Onneca Fortúnez (848 – 890)
Fue una princesa vascona del reino de Pamplona que vivió entre dos Reinos
Su padre Fortún Garcés fue hecho prisionero en 862 en la población de Milagro, por el emir Muhamed I y  llevado a Córdoba como prisionero o más bien rehén para asegurarse la fidelidad del reino Pamplones.
Onneca no hay constancia si fue también hecha prisionera al tiempo que su padre o llevada más tarde. Aparece en la crónicas musulmanas cuando es entregada como esposa al príncipe Abdala I, con el nombre de  Durr (perla en árabe) y es posible  que se convirtiera al islam. De esa unión nacerá un hijo, Mohamed y dos hijas, Fátima y al-Baha.
Después de 20 de cautiverio su padre regresa a Pamplona (882) y Onneca lo acompaña. No se sabe como consiguió la libertad, si fue repudiada como esposa o fue pactado.
Poco se sabe de su vida,  vivió la mitad de su vida en la esplendorosa Córdoba y cuando regresa a Pamplona deja atrás a  tres hijos que no volverá a ver. Lo que es mas que probable es que a su vuelta ya supiera que era para casarse con su primo carnal, Aznar Sánchez de Larraún, para calmar rencillas familiares y asegurar la linea dinastica al trono. De esa unión nacería un hijo y dos hijas, Toda y Sancha Aznarez.
En los juegos del poder ella fue utilizada como ficha para apaciguar o evitar guerras, pero hay una batalla que ella sin duda ganó, la genética.
Emparento la mayor parte de las monarquías ibéricas, fue abuela del todo poderoso Abderramán III, del califato Cordobés.
Su hija Toda Aznarez Reina de Pamplona casada con Sancho Garcés I. De esa unión nacería un hijo, García Sánchez I, (rey de Navarra) y seis hijas, que las casaría con las casas cristianas reinantes, a dos de ellas según se iban quedando  viudas las volvía a casar.  A su hijo también le anuló un primer matrimonio,  para hacer uno segundo más ventajoso políticamente. No paró ahí, con sus nietas y nietos hizo lo mismo….la  larga descendencia de Onneca Fortúnez fue la ganadora.